PRINCIPALES REIVINDICACIONES Y DENUNCIAS DE LA PLATAFORMA INCLUSIÓN EDUCATIVA TGD/TEA/AUTISMO MÁLAGA, entregadas en mano y por registro al Delegado de Educación de Málaga:
Tras el inicio de curso 2010/2011, constatamos que la realidad confirma la tónica con la que terminó el curso anterior y se han agravado los problemas que denunciamos en los anteriores escritos entregados y registrados a la Delegación de Educación de Málaga:
Ausencia de suficientes monitores de educación especial para atender a los alumnos que los necesitan y así lo tienen estipulado en su dictamen de escolarización.
Ausencia de monitores para atender a los alumnos en comedor o en aula matinal, llegando a impedir a los alumnos con TGD/TEA/Autismo, a asistir a dichos servicios por no existir contratación de monitores que cubran ese horario.
Ratio al límite o sobrepasada legalmente tanto en las aulas específicas como en las aulas ordinarias. Los grupos están al máximo, y con el mínimo de personal posible. Más alumnos para ser atendidos por menos personal.
La falta de especialistas en audición y lenguaje y pedagogía terapéutica es una tónica general en toda la provincia.
Los maestros especialistas en pedagogía terapéutica deben atender a tantos alumnos que el tiempo de intervención se ve muy reducido, teniendo que dar cobertura educativa a muchos alumnos en poco tiempo, o viéndose obligados a no dar los apoyos dentro del aula (como marca y recomienda la ley), sino fuera de la misma, saltándose los principios de inclusión educativa por un lado y de adaptación individualizada por otro, ya que en ocasiones reagrupan a los alumnos en pequeños grupos que no están regulados de ninguna forma: vacío legal.
Esto último ocurre exactamente igual con los especialistas en Audición y lenguaje, ni pueden intervenir dentro del aula, ni pueden dar cobertura individualizada fuera de la misma. El número horas de apoyo a la semana que reciben los alumnos con TGD/TEA es reducidísimo teniendo en cuenta las recomendaciones de los especialistas.
Falta de espacios adecuados para la atención de nuestros hijos en los centros educativos, que normalmente terminan recluidos en espacios muy pequeños y con pocos recursos especializados.
La mayoría de los centros educativos no son accesibles en términos de barreras de la comunicación y lenguaje y en la adaptación del curriculo, ni cumplen la legalidad en barreras físicas. En lo que se refiere al uso de pictogramas o claves visuales para señalizar los recintos en los que se mueven nuestros hijos la mayoría de los centros sólo tienen señalizado el lugar exclusivo donde trabajan con el alumno, y no siempre. El sistema TEACH no es de uso y conocimiento generalizado en los centros educativos donde hay alumnos con autismo y no se están siguiendo las recomendaciones que dan los expertos de la propia Junta de Andalucia.
La informática y la supuesta gran inversión en ordenadores y nuevas tecnologías no ha llegado a la educación especial donde no hay inversión en material táctil o programas específicos especializados, tampoco PDA ni aplicación de programas pioneros andaluces como el Programa Sc@ut de la Universidad de Granada.
Las aulas específicas son heterogéneas, atienden a alumnos con diferentes edades, diferentes niveles, incluso diferentes y opuestas diversidades, no estando asegurada en las mismas ni la atención de P.T. y A.L exclusivas, ni por supuesto la presencia permanente y exclusiva de monitores.
Tampoco está regulada la necesidad de que el aula específica se abra al colegio, y que haya obligatoriamente que establecer actividades inclusivas en el mismo. Realmente por ley, los alumnos que están en un aula específica tienen su inclusión educativa a merced de la buena voluntad de quienes les rodean. Pero si un colegio o instituto no desea hacer que este alumnado participe y se incluya en algunas asignaturas o actividades de todo el colegio, los alumnos de las aulas específicas se convierten en los marginados dentro del mismo centro, sin contactar con sus iguales en ninguna ocasión. Para evitar esto, debería seguirse algún protocolo de actuación que exigiera a los centros la elaboración de un cierto número de horas y de actividades inclusivas en las que participaran TODOS los alumnos independientemente del nivel, o tipo de escolarización que tengan. Y que esto se incluya en los planes de centro como objetivos y finalidades de los colegios: inclusión educativa a través de las actividades que se diseñen para ello, y a lo largo de todo el curso.
Tampoco están desarrollados los programas de protección de nuestros chicos contra abusos y acosos, especialmente en recreos, y horario no lectivo. Ni hay monitores/educadores para realizar el apoyo social que necesitan en estas horas, ni tampoco una formación docente adecuada en este tema. Habría que desarrollar proyectos de inclusión social de nuestros hijos entre iguales aprovechando estos espacios no lectivos más naturales: patios, recreos, salidas y entradas de clase, aula matinal, comedor, extraescolares, excursiones... Se necesita urgentemente el desarrollo de planes y programas de habilidades sociales para nuestros hijos y de intervención en el juego y los espacios con iguales.
Sigue sin desarrollarse para la provincia programas específicos de alimentación para ser aplicados a los alumnos con TEA que acuden a los comedores. Si ya de por si el tema de los comedores en la provincia se ha convertido en una lucha entre padres y administración, aún lo es más en el caso de la educación especial. Observamos atónitos cómo alumnos musulmanes tienen dietas adaptadas a su religión, los diabéticos y celíacos reciben también dietas especiales. Pero no se acepta la necesidad de adaptar la dieta del comedor a algunas restricciones que pueden tener algunos alumnos con autismo, hay casos en los que se niegan a triturar primeros platos o dar algunos platos alternativos a pesar de haber presentado a la empresa del comedor informes médicos que explican las restricciones de dichos alumnos. Y aún así, los comedores y los trabajadores de los mismos se niegan a adaptar la alimentación de los comedores a las restricciones de niños o chicos con autismo, dejándolos algunos días sin comer y la mayoría sin recibir una atención adecuada a su diversidad.
Pero lo más grave es que la ausencia de personal formado en autismo en los comedores, o sencillamente de monitores, está impidiendo el acceso de alumnos con autismo a utilizar este servicio, y se está lesionando los derechos de los alumnos por razón de su discapacidad. No se puede permitir que un alumno con autismo por el hecho de no tener a su disposición los medios que la Administración debe poner, sea obligado a NO ASISTIR AL COMEDOR ESCOLAR, diferenciándolo del resto de alumnos que si puede hacerlo. ¿Es que las familias con niños con autismo tienen sus derechos lesionados? ¿Es que la ley de conciliación familiar y laboral no atañe a estas familias? ¿Es que las personas con autismo no tienen los mismos derechos que las demás, o son consideradas “menos personas” por razón de su diagnóstico?
Las excursiones deben ser para todos y no se puede obligar a ningún padre a ir a la excursión como moneda de cambio para que así pueda acudir su hijo. Si lo desea, el padre podrá colaborar con el centro escolar como cualquier otro padre, pero no puede ser que se plantee como condición que si el padre no va, el alumno queda fuera de la excursión. Eso es discriminatorio e ilegal. Y mucho menos que encima ese día el alumno NO ASISTA AL COLEGIO.
El colegio deberá organizar actividades en las que participe TODO EL ALUMNADO para las que vayan dirigidas, y ser accesibles para todos. Hay ya información sobre profesores que ante la falta de monitores y personal se han negado a participar en las excursiones, cuando tienen en sus cursos alumnos con autismo. Los docentes no tienen obligación de realizar excursiones, se pueden negar a participar. Vemos que esta es la opción que toman los tutores de cursos en los que hay alumnos con autismo. Como se ven solos ante la excursión y no hay personal de apoyo que los acompañe, deciden que no van a la misma. Todos los alumnos salen perjudicados, e indirectamente se culpa a nuestros hijos de estas decisiones, cuando ellos son las primeras víctimas de un sistema que no está contando con ellos como alumnos de pleno derecho.
Vemos también muy necesario que se invierta en formación docente, no sólo en formación específica en autismo, sino sencillamente programas de concienciación sobre inclusión educativa y conocimiento de las leyes fundamentales vigentes al respecto. Nos encontramos a menudo con situaciones en las que incluso las directivas de los colegios desconocen la legalidad que deben manejar en relación con nuestros hijos, sus derechos y deberes.
Se necesita un gran trabajo de apoyo a los orientadores, que siguen siendo muy pocos en número, especialmente en lo que se refiere a los colegios de primaria. Creemos que se debería crear la función de orientador de Colegio de infantil y primaria. ¿Por qué en los Institutos hay un orientador y no en los colegios?
La función orientadora es fundamental y ésta falla en primaria porque falta formación específica en autismo de los equipos de orientación, pero también por falta de tiempo de esos equipos para atender a un elevado censo de colegios y de alumnos con diversidad. En muchos casos los equipos apenas tienen tiempo a lo largo de todo el año para poco más que hacer los nuevos dictámenes y apoyar al profesorado en la elaboración de las programaciones y adaptaciones curriculares. A nuestros hijos apenas tienen tiempo para verlos y conocerlos y mucho menos hacer un seguimiento psicopedagógico.
Se necesita la creación de PCPI o de Programas profesionales dirigidos a conseguir un trabajo adaptado en la adolescencia. Tras terminar la ESO, o la Educación especial, nuestros hijos salen sin una opción de futuro. Mientras que otros colectivos tienen convenios con la Junta de Andalucía para conseguir trabajos adaptados y subvenciones aplicadas a la contratación, nuestros hijos no tienen otra salida que un centro de día o una residencia. Eso no debería ser así. Una forma de afrontar esto podría ser ofertar por parte de la Administración salidas educativas para los jóvenes con autismo, más allá de cumplir con la legalidad de que estén en el sistema educativo hasta los 20 años. Hay Programas de Capacitación Profesional y Grados formativos dirigidos a personas con autismo que están funcionando con mucho éxito en otros lugares en este país. Pero aquí no existen. Deben aplicarse ya.
Tampoco funcionan bien los apoyos en bachillerato (para aquellos con alto funcionamiento que pudieran cursar alguna rama del mismo). En ocasiones el fracaso viene más de la falta de apoyo social en el instituto que de la capacidad intelectual del alumno,que termina cursando estudios no presenciales. El bachillerato aunque sea un educación no obligatoria debería continuar manteniendo los apoyos a aquellas personas que pudieran necesitarlos, al igual que ocurre con los alumnos con discapacidades físicas que desean continuar estudios superiores.
Es evidente que se necesita a gritos y con urgencia una figura que no existe actualmente y que es la básica e imprescindible para que la inclusión educativa funcione en el Autismo: el profesor con función de sombra.
La figura del monitor de educación especial no es capaz ni por sus funciones ni por su nivel de formación y especialización de dar cobertura a las necesidades de nuestros hijos, que van más allá de la atención física, deambular o asistencia en el cuarto de baño y control de esfínteres. Las características de los alumnos con autismo y sus problemas de falta de comunicación y habilidades sociales exigen que haya una persona, que les sirva de intérprete de lo que va aconteciendo, y tenga una función educativa en un plano social del aprendizaje. Y que sirva también como agente modificador de aquellas conductas inapropiadas y características de los alumnos con autismo, cuando se bloquean, frustran o no comprenden lo que está pasando a su alrededor.
Entendemos que la ausencia de este tipo de personal formado y con estas funciones es una carencia tremenda en el sistema educativo y si bien comprendemos la dificultad para dar una solución inmediata, creemos que si hay opciones que podrían dar salidas alternativas a esta necesidad. En otras provincias andaluzas ya se están tomando decisiones en esta vía de actuación, por ejemplo mediante la colaboración con la Universidad o con asociaciones para incorporar personal de refuerzo con función de apoyo social y modificación conductual, dentro del colegio.
Una de las opciones podría ser que la Administración llegara con acuerdos con las Universidades y pudieran entrar alumnos en prácticas de Titulaciones afines.
Otra opción sería llegar a acuerdo con asociaciones para a través de ellas introducir en el colegio personal formado que haga la función de sombra que acompañen a nuestros hijos, y apoyen las labores educativas, además de servir de nexo de unión y comunicación entre el centro educativo y las familias.
RESUMEN:
Hay muchos alumnos en las aulas específicas y ordinarias, hay falta de profesores, hay falta de especialistas, hay falta de monitores, no hay señalización de los espacios del centro escolar con pictogramas o claves visuales, no nos facilitan copia de los dictámenes y adaptaciones curriculares o expedientes académicos de nuestros hijos, se siguen produciendo comentarios de tipo discriminatorio tales como: "tu hijo es autista y no debería estar aquí," o no puede acudir a comedor, extraescolares o aula matinal...
Acciones legales que se pueden tomar de forma conjunta por parte de la Plataforma:
Denuncia ante el comité Andaluz de Accesibilidad, y ante la Oficina permanente especializada del Congreso Nacional de la Discapacidad, por los abusos en la Accesibilidad Física, las Barreras de Comunicación y Lenguaje y los problemas que sufren nuestros hijos por falta de Accesibilidad del currículo.
Denuncia ante el Comité de Peticiones del Parlamento Europeo por el Incumplimiento por parte de la Administración, de los Principios de la Carta de Derechos de la Unión Europea y la Convención de Derechos Humanos de la ONU para las personas con Discapacidad, ratificada por España.
Denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos, ante la falta de información que sufrimos de forma generalizada por parte de las Administraciones Educativas, que se niegan a darnos copia de los dictámenes de escolarización, adaptaciones curriculares, programas de intervención individualizados y todo tipo de documentos pertenecientes al expediente escolar de nuestros hijos.
Información de todo lo anteriormente expuesto en este documento al Fiscal General del Tribunal Superior de Justicia Andaluz.
Cualquier otra movilización conjunta que se acuerde por parte de la Plataforma.
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